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miércoles, 2 de octubre de 2013

12'780

Vuelvo del verano presentando algunos trabajos del curso pasado que me quedaron por subir al blog. Y para abrir boca, empiezo con un trabajo de la asignatura de proyectos, en el que se nos proponía realizar una pieza inspirada en un artista contemporáneo.

Agujas de solapa, latón.
Agulles de solapa, llautó.
Lapel needles, brass.








La explicación resumida del proyecto la puedes encontrar a continuación


La pieza creada se basa en el trabajo del artista Ai Wei Wei (información en wikipedia y su página personal) , en concreto en el espíritu de denuncia social y política que impregna sus obras. Su intervención más conocida es "sunflower seeds", en la que llenó la TATE modern de Londres de pipas de girasol de cerámica hechas una a una, aunque en las imágenes inferiores se pueden encontrar otras intervenciones.


Al igual que él se centra en su entorno, yo he querido concienciar de un problema de mi entorno, y siendo Valencia.. qué mejor que las naranjas!

En un principio, el problema a exponer iba a ser el precio abusivo que se paga a los agricultores, en muchas ocasiones inferior al gasto de producción que tienen (es decir, muchas veces los agricultores cobran menos de lo que les cuesta mantener el campo). De ahi el título: 12´780 son los kilos que conforman una arroba, la unidad básica de peso de los cítricos. En la actualidad, la arroba de naranjas se vende aproximadamente a 2€. La naranja, símbolo de Valenia y de España alrededor del mundo,  en vez de ser potenciada como denominación de origen se ve menospreciada y relegada a un cultivo apenas rentable.

A este problema se le une otro de caracter ambiental: muchos campos se ven afectados por la liberación de liebres para caza. Los animales crecen y se multiplican al no tener depredadores, y roen el tronco de los cítricos hasta matar el árbol, con lo que algo aparentemente lúdico genera pérdidas importantes en el sector.

Pero al investigar un poco más, me di cuenta de que no es un problema tan sencillo. Las liebres y conejos, que en su dia también fueron un símbolo del país, están en peligro de extinción. El ser humano ha modificado tanto su entorno, que no es posible tener un equilibrio ecológico con las especies autóctonas, y el gobierno, en vez de intentar afianzar nuestras fortalezas, se centra en generar nuevos atractivos apenas relacionados con ellas.


Uno de los rasgos que más me han gustado de la obra de Ai Wei Wei es que combina a la perfección estética y mensaje. No por tener mensaje una obra debe ser incómoda o desagradable. 

Estas agujas pretenden funcionar a modo de insignia, a modo de distintivo que demuestre que queremos un crecimiento responsable, queremos apostar por los verdaderos valores de
nuestra tierra, y generar lo que sabemos hacer bien de la mejor forma posible, sentando las bases de una sociedad en equilibrio con el entorno.Dejemos que nuestra tierra brille por lo que es. Tenemos que estar en ella toda nuestra vida.






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